miércoles, 10 de diciembre de 2008

balance

Quien tenga a mano oídos y corazón extrovertidos puede escuchar “estudiante del interior” y servirse de esta canción a modo de diccionario. Lo que voy a contar no es nada nuevo, pero se siente un poco distinto cada día, cada día una nueva vida es mucho para una sola cabeza, así que he de intentar canalizarlo.

Ya casi que los dedos me alcanzan para contar los días que quedan de mi vida estudiante por este año. Después de ponerle un número a cada dedo en estas dos manos, estaré contando otra historia, la del retorno.

Una mezcla de sentimientos que unos pocos sabrán entender, no es que a mí alrededor tenga mucha gente en mi misma condición, pero la diferencia es minima, cada uno carga una cruz similar en este aspecto, sentirse acompañado va más allá de la simple comprensión.

No se cuantas veces dije “no sé” cuando pensé a donde en realidad quiero volver, perdí la cuenta de tanto dudar de donde vengo y hacia donde voy; barracas y caballito ya no se ve por la TV y el chiste ayudó a safar por una temporada, ahora me quedo yo frente a mi y es la charla mas interesante esta mañana.

Una cara de disgusto la primera vez que sonó el tema “fiestas”, ahora que las veo mas cerca el corazón se agranda y se achica a su antojo, porque se que voy a VOLVER.

Vuelvo a donde todo empieza, donde dejé tanto en el intento de reemplazarlo.

Bajando la cabeza reconozco que mi orgullo cede ante ciertas situaciones, y veo hacer lo propio a otras 6 personas que me van a acompañar en la mesa en un par de semanas, (el corazón se agranda).

Por centésima vez digo: voy a extrañar. Y vaya uno a saber cuantas veces dije lo feliz que me hace saberlo, (se achica y se agranda a la vez).

La pura verdad es que quiero volver a mi casa, quiero sentirla mi casa, quiero tener una sola casa y ahí es donde este destino se ríe, porque ya van dos años que me sumé a la gran ocupación de estar yendo y viniendo, y queriendo elegir sin darme cuenta que llega un momento en que se torna imposible, y quizás ese momento llegó hace mucho.

Odio perderme ciertas fechas, tanto que llegué a odiar ciertos feriados y fiestas, mi día del amigo 08 es una muestra de aquello, bronca, impotencia e incertidumbre, mi cumpleaños otro tanto, ni hablar de los días de la madre y el padre, justo cuando empezaba a acostumbrarme a cambiar el abrazo a mis hermanos por un mísero llamado en sus cumpleaños, cambié aquello por la misma actitud pero hacia mis viejos, (la vida largó una carcajada).

Pero hay 365 días que son todos iguales, si dejamos las fechas aparte, en cada uno aprendo un poco mas, ya sea de derecho, de amistad, de familia, de valores, de sentimientos, de mi, y llego a este fin de año llena de progresos en estos aspectos, lo digo con toda la certeza que mi promedio quiere robarme, pero que pienso recuperar.

Cuando estos 365 días finalicen voy a levantar una copa, a 1200 km de acá, voy a estar donde tengo que estar, espero que alrededor de quienes también tienen que estar, voy a brindar por los que quedaron lejos, voy a sonreír porque mi corazón guarda muchas mas personas que en otros tiempos, y porque cada vez los guardo con mas sonrisas, porque tuve por turnos a quienes me cambiaron lagrimas por abrazos, y confianza por oídos, y aunque haya cambiado en aquella ocasión, amor por ausencia (no podía faltar), nunca estuve tan a estúpidamente enamorada, de el y de la vida, y sentir todo esto me hace ver, aunque mas no sea ante mi misma: tan grande!, que mi autoestima caprichosamente quiere crecer, por encima de todo infortunio, por encima de lo que resulte de mi examen el viernes que viene, por encima de las peleas, por encima de las distancias.

Conclusión: mi vida es un ir y venir, en sentido literal, y es un quedarme cada vez mas, en sentido figurado, no puedo explicar donde, pero hoy se donde estoy parada, una meta que siempre quise alcanzar.

lunes, 1 de diciembre de 2008

las mañanitas de Cba tienen ese...

Comienza la semana en esta hermosa ciudad, siempre tan activa, movida, expresiva, libre, no puedo en pocas palabras expresar mi admiración, es Córdoba, cada uno sabrá que decir.
A unas cuantas cuadras el reclamo de quienes no se dejan ganar en la eterna batalla entre empleador y empleado. Pasando la avenida miles de futuros universitarios ansiosos por terminar ese trámite que les dará un lugar en tan esperada experiencia, única, la facultad.
Los que retoman la rutina se apresuran a ponerse al día, aunque el tiempo parezca burlarse de la espera del semáforo, las bocinas que sólo provocan otras, los apuros y maniobras que llaman al auxilio de oficiales de transito…
Los chicos del colegio ya descansan de los festejos de la semana pasada, al menos eso parece.
Yo por mi parte agarro con amor los libros de una materia que no urge tanto como otra pero que me resulta mucho mas agradable.
Cada uno hace lo que le place no?
Por lo tanto, conciente de que como este ruidoso día voy a tener muchos mas, prometo no volver a Córdoba sin antes haber retomado las clases de tiro.



LARGA LA BOCINA INFELIZ!