martes, 17 de mayo de 2011

Ni hablar

Ni de barrio ni el popularmente snob.
Ni de los programas de TV de la siesta ni acádemica ciertamente.
Ni el mejor promedio y bastante mediocre, bajando de la media.
Ni la música ni bailar en una muchedumbre.
Ni las revistas de moda, ni los libros que amé.
Ni las peliculas sin final, ni las series que siempre se sabe como terminan.
Ni el teléfono ni la puerta, si quiera el propio living.
Ni hace años, ni actualmente.
Ni el peinado ni improvisar.
Ni diseños aceptados, ni el antojo eventual.
Ni comer, ni beber.
Ni tratamientos ni conformarse.
Ni culpar ni responder.
Ni cargar con culpas, ni lo que le dicen hacer el bien.
Ni reír demasiado. Ni conservar la seriedad.
Ni felizmente distinta, ni distinta en realidad.
Ciertamente desagradable a la vista de los demás.
Ni pensarlo ni contarte.


Y no se dejan de romper las pelotas.